El Director del C5 volvio a dejar su responsabilidades para irse de viaje al otro lado del mundo “China”, donde dejó en alto el nombre de Tlaxcala, al orinarse en los pantanos en un recorrido con un grupo de empresarios dedicados a la seguridad.
Luego de dejar nuevamente la encomienda de la Gobernadora pues vale la pena recordar que este mismo medio documento su último viaje a Europa donde el servidor público no tiene empacho en subir en sus redes sociales sus múltiples viajes con costo al erario tlaxcalteca.
El reciente episodio en China no es solo una falta de respeto hacia los representantes internacionales, sino una bofetada a los ciudadanos que confían en la eficiencia del C5i, un proyecto millonario destinado a proteger a Tlaxcala. En lugar de supervisar el buen funcionamiento de este sistema, el Director se dedica a exhibir sus escapadas por redes sociales, como si se tratara de un influencer de viajes, y no de un servidor público con una misión crucial.
Lo más alarmante es que, lejos de mostrar arrepentimiento, el funcionario intentó justificar su comportamiento, alegando que “ya es una persona adulta”. Como si la madurez fuera una excusa para la falta de respeto y la agresión verbal, pues no contento con su conducta humillante, también profirió insultos contra un conductor que simplemente cumplía con su deber.
Este tipo de acciones no solo son inadmisibles, sino que ponen en tela de juicio la capacidad de este individuo para liderar uno de los proyectos más críticos para la seguridad de Tlaxcala.
Esperemos que la Gobernadora del Estado, quien ha demostrado preocupación en materia de Seguridad, verifique que sus funcionarios se encuentren en la misma sintonía, pues de nada sirve su compromiso si sus subordinados hacen todo menos su trabajo.