Para nadie es nuevo saber que al interior del SNTE se están ejerciendo actos de corrupción, hostigamiento, pero sobre todo favoritismo a los lambiscones que rodean.
La promesa de luchar por mejoras laborales y acabar con la corrupción quedó en el cagadero, desde que Cutberto Chávez de la Rosa, llegó a la secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación Sección 31,por lo que ese gremio comenzó a padecer los estragos de sus malas decisiones.
Eso de que Chávez de la Rosa es un trabajador de la educación y que sabe de las necesidades que se viven fue solo un discurso para sumar voluntades, pues al final se está cobrando con intereses cada una de las palabras y elogios que utilizó para ganar votos.
Para nadie es nuevo saber que al interior del SNTE se están ejerciendo actos de corrupción, hostigamiento, pero sobre todo favoritismo a los lambiscones que rodean.
Y es que las inconformidades en el gremio salen a relucir todos los días, ya que, a complacencia del secretario general, se piden cooperaciones y pagos a los maestros hasta por respirar.
Algunos están esperando el día para que deje el cargo y se regrese a vender pescado en su ya conocido changarro “El Pescador”.
A esto hay que sumarle que docentes adheridos a la sección 31 del SNTE, denunciaron a este medio de comunicación el cobro de cuotas de 400 a mil pesos por parte de ¨Mar¨, una de las funcionarias ¨favoritas¨ del líder sindical Chávez de la Rosa.
Lo anterior es en el municipio de Tetla, en donde los docentes denuncian cobro de cuotas ¨voluntaria¨ indebidas para eventos y celebraciones, o la solicitud de que los compañeros cubran funciones como ¨guardias de seguridad¨ o meseros, violando los derechos de los agremiados bajo la amenaza de represalias.
La operadora de Cutberto Chávez conocida como Mar, ha desplegado una campaña de cobro de cuotas, amedrentamiento y disposiciones que están fuera de los marcos que rigen al sindicato, sobre todo, dicen, ¨nunca ninguna dirigencia nos había tratado de esta manera¨.
Además, señalaron que derivado del cambio de la dirigencia estatal de la sección el próximo año, el grupo de Cutberto Chávez ha emprendido una campaña política reacia y desigual, sobre todo anteponiendo las amenazas y el chantaje como medida de presión.