La ciudadanía está exigiendo que el gobierno municipal deje de lado las disputas políticas y se enfoque en lo que realmente importa: la paz y la tranquilidad de los tlaxcaltecas.
Por Valentín Lima
En medio de un creciente malestar social por la inseguridad que azota a la capital del estado, el alcalde Alfonso Sánchez García ha sido señalado por ciudadanos y opositores por su falta de acción efectiva para combatir la criminalidad en Tlaxcala.
En lugar de implementar estrategias concretas para hacer frente a la creciente violencia, el edil ha preferido centrarse en la “politicadera” y en la confrontación con otros actores políticos, generando críticas sobre su capacidad de gestión.
Y es que se vio al alcalde en la Plaza Juárez para respaldar la Reforma Judicial que presentó nuestra presidenta y respaldó el Poder Legislativo, sin embargo, evade cuestionamientos de la prensa, así como tomar medidas para frenar la seguridad.
Los ciudadanos de Tlaxcala han expresado su frustración ante un aumento en los robos, asaltos y otros delitos en las zonas urbanas, mientras que el alcalde parece estar más enfocado en su carrera política que en la seguridad de los tlaxcaltecas.
La falta de resultados tangibles en los temas de seguridad ha alimentado el descontento, y algunos lo acusan de ser más un político de “opereta” que un verdadero líder preocupado por el bienestar de su comunidad.
Por otro lado, varios integrantes de la oposición y expertos en seguridad han señalado que las políticas implementadas por la administración de Sánchez García son insuficientes para hacer frente a la creciente ola de inseguridad.
En diversas ocasiones, se ha señalado que la falta de coordinación entre las fuerzas de seguridad estatales y municipales ha obstaculizado cualquier intento de erradicar los focos rojos de criminalidad.
El desdén hacia los problemas de seguridad ha generado la preocupación de que Tlaxcala podría convertirse en un epicentro de violencia si las autoridades no toman acciones inmediatas y eficaces. La ciudadanía, por su parte, está exigiendo que el gobierno municipal deje de lado las disputas políticas y se enfoque en lo que realmente importa: la paz y la tranquilidad de los tlaxcaltecas.