El pasado 30 de marzo se conmemoró el Día Internacional de las Trabajadoras y Trabajadores del Hogar, efeméride que pretendió capitalizar la “candidata millonaria del electorado de los pobres” Lorena Cuéllar Cisneros, al subir un video a sus redes sociales en el que recuerda su participación en tribuna a su paso por el Senado de la República, cuando en 2014 presentó una iniciativa para “Reconocer el derecho de las y los trabajadores del hogar a la estabilidad en el empleo, seguridad social, libertad sindical, negociación colectiva y justicia laboral”.
Lo anterior posiblemente motivó que Doña Margarita “N”, una mujer anciana y enferma de más de 75 años, acudiera a este medio de comunicación a denunciar que ella trabajó por más de 10 años como sirvienta, cocinera y personal de limpieza en casa de la candidata al gobierno del estado, y fue botada como trapo sucio sin ninguna consideración o gratificación, mucho menos gozó de pensión para su vejez, o servicios médicos.
La señora Margarita relata: “Yo trabajé toda una década en casa de la licenciada, sin horarios ni descansos, pues siempre tenía la casa llena, vivíamos allá en la 20 de Noviembre o donde nos dijera, ahí servía, había siempre gente dizque importante, y tenía que preparar los desayunos, comidas, cenas, levantar “los muertos” decía Lore, esos eran los platos sucios y ponerse a lavar. Luego arreglar la casa para las reuniones a todas horas, había que darle de comer a toda esa gente, lavar la cocina, los baños, limpiar los ceniceros, hacer el aseo de la casa y cuidar a los animales y a la nieta. Sin descanso, y yo nunca me quejé”, narra con la mirada vidriosa y la voz entrecortada. “Tampoco tuve seguro social ni ningún otro apoyo que no fuera lo que cobraba en la oficina que ella me dijera, la presidencia, el congreso o hasta a México íbamos. Pero un día mi madrecita se enfermó muy gravemente y me tuve que quedar en mi casa a cuidarla, ya muy viejecita mi mamacita, yo avisé que no podía ir a trabajar, y cuando regresé después de unos días, el Lic. Salvador ya no me dejó entrar, que, porque había yo abandonado el empleo y me dijo que me largara, que no tenía derecho a nada, y me amenazó con demandarme si hacía algo. Yo solo quería el trabajo para pagar las medecinas de mi mamá”, rompe en llanto Doña Margarita.
Actualmente la presunta víctima de violencia de género, laboral y discriminación es una anciana con las manos maltratadas y deformes por la artritis, prácticamente sin dientes, enferma de la vista y sin empleo. Doña Margarita sigue viviendo en una de las comunidades de la ciudad de Tlaxcala, y no descarta acudir a las instancias correspondientes a interponer una denuncia para ver si alguien le ayuda. “Es que no se vale, quiero justicia, por mi madre” concluye.
Este medio se dió a la tarea de realizar una investigación y revisar con nombre y apellidos los últimos 6 años al resto de los empleados y empleadas del hogar que han servido en casa de la Lic. Cuéllar: Choferes, vigilantes, mozos, y demás trabajadoras domésticas y ninguno ha sido jamás dado de alta en el seguro social, no hay antecedentes de que la candidata cumpla con las obligaciones de la Ley Federal del Trabajo, ni siquiera con las que ella misma propone.
Como todo lo que hace, es contrario a lo dice. Lo único que encontramos es que a todos los empleados que podía, los tenía cobrando en los diferentes niveles y poderes de gobierno en turno en los cargos de los que ha saltado, pero, devengando el sueldo de manera privada en trabajos particulares y del hogar.
Finalmente, un dato revelador, actualmente, a otra de sus empleadas del hogar que le lavaba el pelo y le hacía la pedicura, la hizo candidata de morena en el presente proceso electoral a la presidencia municipal de su pueblo. Una tal “Gaby la peluquera”, que igual hacía cortes de cabello gratis a niños, y de pelo a perritos en las jornadas comunitarias de la Fudestac, en donde todo su personal, sin excepción, trabajó dobleteando turno obligatoriamente sin prestaciones laborales.
Como siempre Lorena no cumple.